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Alimentación y vuelta a clases

Ideas y consejos para que nuestros hijos tengan una alimentación más sana.

El comienzo de las clases suele ser un momento de cambio y reacomodación para los niños, los adolescentes y las familias. Volver a organizar los útiles, las tareas, las compras, los horarios, en definitiva, el ritmos escolar, resulta un desafío cada año.

En este contexto, el orden y la preparación de las comidas en casa y fuera de ella, muchas veces queda en un segundo plano. Es importante recordar que los niños y adolescentes tienen altas demandas de energía, ya que se encuentran en permamente crecimiento. La alimentación saludable y equilibrada es un pilar fundamental para esta etapa, que les permite desarrollarse física e intelectualmente y realizar actividades escolares y recreativas, como prestar atención en clase, jugar, correr, hacer deportes, etc.

A continuación, acercamos algunos consejos y sugerencias para mejorar la calidad de la alimentación:

  • Es primordial aportar la mayor cantidad de nutrientes y brindar preparaciones que combinen alimentos de diferentes grupos (carnes/lácteos/frutas-verduras/cereales-legumbres). Si en el almuerzo no está presente la carne (ya sea de vaca, pollo o pescado) ni el huevo, en lo posible, incluirlo en la cena y viceversa. Planificar el menú, de forma semanal o quincenal puede ser de gran ayuda, ya que permite la anticipación de las compras y la organización de las comidas.

 

  • Para el almuerzo, existe la opción del menú escolar o la vianda. El menú brindado en el comedor escolar es adecuado nutricionalmente a los requerimientos de los niños y adolescentes y seguro desde el punto de vista higiénico-sanitario, ya que es supervisado por profesionales. Por estas razones, es una alternativa que facilita y simplifica la alimentación de ese momento del día.

 

  • En el caso de la vianda, es imprescindible cuidar las condiciones de conservación y transporte, además del valor nutricional. Para esto, conviene enviar porciones acordes a la edad, en recipientes térmicos y cerrados herméticamente (tupper/lunchera), a fin de evitar la pérdida de la cadena de frío y la contaminación. Si la presentación de la misma resulta atractiva, tendrá mayor aceptación. Algunas alternativas pueden ser: sándwich de carne, pollo o atún, con tomate y lechuga; arroz o fideos con verduras (zanahoria, choclo, arvejas); tarta de acelga/zapallitos/calabaza y trocitos de pollo;tortilla o revuelto de verduras con queso; ensalada de vegetales variados (combinando crudos y cocidos y de distintos colores); milanesa de carne o pollo con puré de papa o calabaza; polenta con queso y salsa de tomate; quisos combinados con vegetales; etc. Para el postre, priorizar las frutas frescas, alternando con postrecitos de leche, gelatina, yogur, queso y dulce, compotas de frutas, entre otros.

Estas son algunas ideas y aportes. El primer ejemplo para que los chicos elijan alimentarse saludablemente en la escuela, commienza en la propia casa. Seamos agentes de cambio y favorecedores de una vida más sana.

María Jimena Bazal
Lic. en Nutrición
M.N 7179

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