Este año, tuve la suerte de acompañar a la escuela de Líderes en el campamento a Mendoza bajo este lema: Caminando Sueños
En un tiempo en el cual los jóvenes y adolescentes muchas veces son criticados por sus faltas de ganas, de proyectos y de valores, compartir este viaje con 88 alumnos del colegio que no pararon un minuto de jugar y trabajar, disfrutando cada momento en un clima de alegría y de servicio más allá de las circunstancias adversas (rotura del micro, lluvia torrencial cuando dormían en refugios, viento más que fuerte durante la pernoctada en la playa; etc.), para mí fue verdaderamente “vivir un sueño”.
Dentro del equipo que acompañamos al grupo estaban: el Padre Federico, cuatro ex alumnos del colegio y de la escuela de líderes, y cinco profesores (de los cuales dos también son ex alumnos del colegio y de la escuela de líderes). El supuesto trabajo de “cocinero” fue otro regalo de Dios para mí, al ser testigo del entusiasmo, la comunión y la pasión con la que trabajaron los seis días del campamento.
Hace 20 años, cuando comenzamos con Nora (profesora de educación física de las chicas en aquel entonces) nunca hubiese imaginado un espacio con tal sentido de pertenencia como lo es hoy “Líderes” para todos los chicos y docentes. El compartir sincero y de corazón de cada uno de los que participaron en el fogón final, expresando lo que le significa pertenecer a este grupo, los sentimientos y proyectos que despiertan en cada uno, verdaderamente me llena el corazón de agradecimiento a Dios por participar de este proyecto.
Líderes ya lleva 20 años “Caminando Sueños” y espero de corazón que siga por mucho tiempo más siendo un lugar que le permita a cada participante conocerse, conocer a los demás y a Dios en lo sencillo de de cada gesto de servicio realizado desde el amor y en un clima de respeto y alegría.
Gabriel Grosso
Director de Estudios
Nivel Medio