Con la llegada de la primavera y los días soleados, comienzan a aparecer de forma más frecuente los planes al aire libre y nos dan ganas de realizar comidas más rápidas, frescas y livianas. Esto para muchos puede ser sinónimo de sándwich de milanesa o tarta de jamón y queso, pero, ¿de qué forma podemos realizar comidas rápidas y mantener un estilo de vida saludable?
En primer lugar, cuando hablamos de sándwich, no hay que pensar solamente en pan blanco, fiambres y embutidos. Podemos variar, alternado el tipo de pan (recordando que el pan integral contiene más fibra que el pan blanco, pero prácticamente el mismo valor calórico), y en el relleno incluir:
- Alimentos fuente de proteínas, como huevo duro, atún, queso por salut descremado, rodajas de carne o pollo, queso untable descremado, etc.
- Vegetales y frutas (crudos y/o cocidos)
- Frutas secas y semillas.
Algunos ejemplos son:
- Pan tipo flautita untado con mayonesa mezclada con queso untable descremado, relleno con cebolla picada, lechuga, tomate, huevo duro y queso.
- Pan negro, queso untable, palta y tomate.
- Pan negro, pickles, rodajas de roast beef, queso y lechuga morada.
- Pan tipo figacitas, untado con crema de palta, huevo duro, morrón en aceite, pepino y queso de máquina.
- Pan negro, atún, mayonesa, tomate y aceitunas negras.
- Pan árabe, verduras grilladas (berenjena, morrón, zanahoria, etc.)
- Pan negro, apio, queso cheddar, nueces, manzana y lechuga (tipo waldorf).
- Pan lactal blanco, zanahoria rallada, remolacha rallada, perejil, huevo duro (las verduras entremezcladas con queso untable y en ubicadas en capas separadas).
- Pan tipo pebete, rebanadas de pavita, ananá en rodajas, queso untable y tomate.
- Pan tipo mignón, rúcula, tomates cherry, pollo picado y aceitunas negras.
Recuerden comprar frutas y verduras de estación, ya que son más baratas, y tienen mayor sabor y frescura.
Hacer una lista de ingredientes para toda la semana y anticipar la compra, haciendo parte de la misma a los niños y adolescentes, favorece el interés y la organización alimentaria de toda la familia. Si en la alacena o en la heladera hay frutas y verduras disponibles, es más probable que aumentemos el consumo de las mismas.
Pequeños cambios, cada día, para una vida mejor.