Blog

Cuidar la salud durante el verano

Llegaron las altas temperaturas, los días empiezan a ser más largos y todo nos indica que el año va terminando. A muchos nos invade la necesidad de hacer todo lo que nos quedó pendiente, y también, la urgencia bajar de peso para “llegar bien al verano”.

Pero ¿qué significa “llegar bien al verano”?. La primer respuesta que surge es: que nos quede bien la malla, o bajar esos “kilitos” de más, que siempre están ahí. El calor nos obliga a mostrar otras partes del cuerpo, ya sea en la playa, en la pileta o simplemente al usar pollera o bermudas para ir a trabajar, y eso no debe ser sinónimo de desesperación. Ya lo sabemos: si intentamos bajar rápido de peso, aumentaremos más rápido aún por el efecto rebote.

Les propongo ampliar la definición de “llegar bien al verano”. Por un lado, ya llegamos al verano, o el verano llegó a nosotros, así como estamos. Y probablemente, hay cosas que no pudimos modificar o realizar hasta ahora. Pero, ¿qué podemos hacer para transitar el verano de una forma más saludable? ¿qué cambios podemos realizar en el verano, que durante el año nos resulta más difícil?, ¿hay algún objetivo en relación a nuestra salud que no pudimos concretar y ahora sí podríamos hacerlo?

Son preguntas que podemos responder, mirando hacia lo que tenemos por delante y según nuestras posibilidades. Aquí enumeraré algunos puntos a tener en cuenta de forma especial durante el verano:

  • Hidratación: consumir 8 vasos de agua potable por día (adultos) y 6 vasos en el caso de los niños.
  • Alimentación liviana y variada: el verano es una buena etapa para incluir mayor cantidad y variedad frutas, verduras, licuados, jugos naturales, ensaladas con verduras y legumbres, etc.
  • Realizar las 4 comidas: a veces, durante las vacaciones, nuestros horarios cambian, pero si mantenemos el hábito de desayuno, almuerzo, merienda y cena, estaremos organizados, saludables y enérgicos.
  • Actividad física: si es al aire libre, realizar en horarios donde las temperaturas son más bajas. Cuidar la hidratación, la intensidad, el precalentamiento y la elongación, siempre acorde a nuestras necesidades. Los viajes pueden ser una ocasión privilegiada para realizar caminatas, nadar, tomar clases al aire libre, andar en rollers, en bicicleta, realizar deportes de playa (paleta, futbol, vóley, etc) o de aventura en la montaña.
  • El descanso es un hábito saludable tan importante como los demás, ya que nos permite reponer energías. Se recomienda dormir 8 horas por día.
  • Usar protección solar en todas las actividades, ya sea en la ciudad o en los lugares turísticos donde “tomamos sol”.
  • Usar menos pantallas, desconectar de las preocupaciones y de las actividades que realizamos con frecuencia durante el año. Aprovechar las vacaciones para pasar más tiempo con seres queridos o realizar alguna actividad artística (pintar, cantar, escribir, leer, etc).
  • Tomarnos un tiempo para pensar, revisar la agenda, proyectar y ordenar prioridades para el resto del año (laborales, familiares, chequeos de salud, estudio, actividad física, viajes, etc).

Y ustedes, ¿qué agregarían a esta lista para vivir un verano saludable? Más allá de dónde pasemos el verano, apostemos por la salud y por ganar una mejor calidad de vida, para nosotros y nuestros seres queridos.

 

María Jimena Bazal

Lic. en Nutrición

M.N 7179

Leave a comment