Hoy en día, es más común encontrar en los supermercados un sector de productos con el logotipo “sin T.A.C.C” o en los restaurantes, un apartado con “menú para celíacos”, y esto, en gran medida, se debe a la ley celíaca, vigente en nuestro país desde el año 2009. Sin embargo, quienes tenemos a algún conocido con esta enfermedad, sabemos que no es tarea fácil (ni económica), armar un menú apto para esta patología.
Pero empecemos por conocer un poco más…
¿Qué es la enfermedad celíaca? Es una intolerancia permanente al gluten, (proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno, de allí las siglas T.A.C.C) que ocurre en individuos genéticamente predispuestos. La ingestión de gluten en una persona que padece esta enfermedad, afecta la mucosa del intestino y disminuye la capacidad del mismo de absorber nutrientes.
¿Cuáles son los síntomas? La enfermedad celíaca presenta un cuadro clínico complejo y los síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra, e incluso, ser asintomática. Los más comunes son: diarrea, distensión y/o dolor abdominal, vómitos y/o náuseas, dermatitis, anemia, pérdida de peso, entre otros. Los niños y adolescentes, además, pueden presentar retraso de crecimiento, corta estatura y anorexia. Muchos de estos síntomas, están relacionados con la malabsorción de nutrientes que se produce a causa del daño presente en las vellosidades intestinales.
¿Cómo se diagnostica? En primera instancia, se realiza el dosaje de anticuerpos específicos en sangre y el diagnóstico definitivo, mediante la biopsia intestinal que se debe efectuar antes de iniciar el tratamiento.
¿Cuál es el tratamiento? El tratamiento consiste en una dieta estricta de alimentos libres de gluten, que deberá mantenerse de por vida, lo cual revierte completamente los síntomas. El gluten puede estar presente como aditivo en alimentos que no contienen trigo, avena, cebada y/o centeno, e incluso, es utilizado en la elaboración de artículos de perfumería (jabón, pasta dental, shampoo, etc), medicamentos, cáscaras de quesos, entre otros, por lo tanto, es importante consultar la guía actualizada de productos sin gluten, o el logo “sin T.A.C.C” en el envase.
En nuestro país, es considerada la enfermedad intestinal crónica más frecuente y se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca. Puede presentarse en cualquier momento de la vida y aquellos que tengan familiares con esta enfermedad, están en mayor riesgo de padecerla.
Por eso, y sin caer en la paranoia, es importante prestar atención a los síntomas, y ante la sospecha, consultar a un profesional. La detección temprana y el tratamiento oportuno revisten fundamental importancia para evitar complicaciones secundarias de esta patología y llevar una vida saludable.