Año tras año al acercarse esta fecha, las escuelas se visten de celeste y blanco y resulta común ver caminar por las calles a pequeños vendedores ambulantes, damas con peinetones, caballeros elegantes y negritos a lunares. Como si fuera una costumbre que permanece a lo largo del tiempo, acudimos a actos escolares donde es común oír pregones, versitos y canciones que hablan de la libertad.
Pero el 25 de Mayo es para nuestro país mucho más que una fiesta llena de estos “ritos”. Es por eso que con los chicos de 2º y 5º trabajamos en profundidad, cada uno desde los contenidos específicos de su grado, acerca de la realidad de los distintos grupos sociales, las formas de vida, los intereses políticos y económicos de aquel entonces, todo lo que condujo a la revolución y la formación del primer gobierno patrio.
Fue un desafío para nosotros, como lo habrá sido para aquellos hombres y mujeres de 1810, ponernos de acuerdo en nuestras diferencias, trabajar en conjunto, asumir la responsabilidad de nuestra tarea, buscar el bien común por sobre el individual. Fue un desafío que pudimos superar juntos, trabajando para un mismo fin, el de contarles parte de nuestra historia, dejando de lado algunos mitos.