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Alimentación vegetariana

          En los últimos años, mucha gente ha decidido iniciar una  alimentación vegetariana, y también, sigue habiendo preguntas acerca de este tipo de dietas, por ejemplo, ¿son seguras?, ¿cubren todos los nutrientes?, ¿son más sanas?, los niños ¿pueden llevar adelante esta alimentación?
          Por eso, y como en otras ocasiones, me parece importante escribir acerca de este tema, desde la evidencia científica, para despejar mitos y brindar información segura y confiable.
          Empezando por la definición, las dietas vegetarianas son aquellas que excluyen carnes (incluyendo aves, peces y mariscos), y productos que las contengan. Dentro de las mismas, podemos mencionar distintas variantes:
  • Ovolactovegetariana: se basa en granos, frutas, verduras, legumbres, semillas, frutos secos, e incluyen huevos y lácteos
  • Lactovegetariana: es similar a la ovolactovegetariana, pero excluye huevos.
  • Ovovegetariana: en este caso, excluye lácteos de la alimentación e incluye huevos.
  • Vegana: excluye todo tipo de alimento animal y sus derivados. Además de la alimentación, tienen un compromiso con el rechazo de toda forma de explotación animal, como uso de ropas de cuero  o plumas, etc.
         
          La Asociación Americana de Dietética afirma que las dietas vegetarianas bien planificadas son seguras y nutricionalmente adecuadas para todas las etapas de la vida (incluyendo embarazadas, niños, adolescentes, deportistas). Esto quiere decir que cubren con los nutrientes necesarios para un desarrollo y un crecimiento sano. La clave, como en todas las dietas, es la planificación y el asesoramiento profesional, que facilite la incorporación y combinación de alimentos y preparaciones que garanticen estos nutrientes en cantidades adecuadas, según la edad y etapa de vida de cada persona.
          Los nutrientes que se encuentran en mayor cantidad en alimentos de origen animal, y por lo tanto es necesario considerar  a la hora de planificar una dieta vegetariana son: proteínas, calcio, hierro, zinc, vitamina B12 y calcio.
          Los estudios demuestran que la alimentación vegetariana bien planificada (acompañada de un estilo de vida saludable: actividad física, descanso, no consumo de cigarrillo, alcohol en cantidades moderadas, etc) trae como beneficios para la salud menor riesgo de obesidad, diabetes 2, hipertensión, colesterol, enfermedades cardiovasculares y diversos tipos de cáncer.
          Los motivos por los cuales muchas personas eligen ser vegetarianos son variados también: salud, religiosos, ambientales, etc.
          Por eso, si ya están llevando adelante una dieta o vegetariana, o quieren comenzar a hacerlo, hay profesionales de la nutrición dedicados especialmente a esta temática que los pueden orientar y despejar las  inquietudes. Tomemos, cada día, decisiones que nos ayuden a vivir mejor.
María Jimena Bazal – Lic. en Nutrición
M.N. 7179

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